Atentos a… Chaqueta de chándal

Aunque ya hayan pasado unos meses desde el lanzamiento del disco, no podíamos dejar de hablar de uno de los debuts nacionales más interesantes del año pasado (con el permiso de Sandré). No son otros que Chaqueta de chándal, una banda de Barcelona nueva pero de sobrada experiencia.

En sus filas encontramos a Alfonso Méndez de (lo:muêso) a la batería, Guillem Caballero de Els Surfing Sirles (por citar tan solo una banda) a los teclados y la voz, y Natalia Brovedanni de Santa Rita a la guitarra. Lo que empezó como una idea feliz y sin demasiadas pretensiones durante sus partidas nocturnas de ping pong, se ha convertido en un proyecto a seguir muy de cerca.

Los festivales ya se los están rifando gracias a su descarada mezcla de punk ilustrado, psicodelia en adobo, krautrock de pista de baile y su afiladísima lengua. Y es que uno de los fuertes de la banda son esas letras que no dejan títere con cabeza, disparando ráfagas de sarcasmo contra lo absurdo de la sociedad actual, las redes sociales, la aparente modernidad y en general en la mierda en la que nos estamos hundiendo.

Un disco entretenidísimo que encantará a los amantes de Cabezafuego, Joan Colomo, el Corcobado más lisérgico, los añorados Lüger o los Parquesvr (sus teloneros en las presentaciones de su disco).

Nos pusimos en contacto con ellos para que nos contaran algo más de esos temas que hace tanto tiempo que nos tienen enganchados:

La inopia
Esta canción es la única en la que música y letra salieron prácticamente juntas. Iba a ser más electrónica, pero al final ha quedado más rollo grupos del sello 4AD, con sus reverb y sus baterías simples e infernales. Salvando muchísimo las distancias, claro. Habla de esta sociedad infantilizada e idiota en la que se habla poco, se piensa poco y se actúa poco.

El amigo del mal
Ésta salió en el local, creo que es la segunda que tuvimos hecha en cuanto a la música. Es quizás la más rockera del disco, así a secas. El solo me parece muy cutre pero me va entrando más a medida que pasa el tiempo. Habla de aquella persona que todas tenemos cerca (muchas veces, nosotras mismas) que no vendría a ser la mejor de las influencias. Me gusta mucho cómo han quedado los coros en la mezcla.

Artículo segundo
La música y la melodía de la voz vienen de una maqueta del GarageBand bastante diferente del resultado final. Le añadimos una coda que creo que ha quedado muy bonita. Habla de lo caducos y rancios que son los Estados-Nación como forma de organización. No nos referimos a España únicamente, aunque partimos de ella. Quieras que no, éste es el Estado que más y mejor conocemos, al menos Pocho y yo.

A moderno resabiado no le mires el dentado
Natalia trajo los acordes y la melodía de la voz, luego le añadimos el trozo en en medio y del final. Ahí queríamos grabar una flauta travesera de verdad, rollo Hawkwind. Al final es un teclado. La letra, que es conjunta, se ríe de aquellos y aquellas que se esfuerzan por ser los más singulares, los más heterodoxos, los más enterados, etc. Nosotras no nos salvamos, de hecho. De ahí las rimas fáciles: nos parecía que daban un contraste gracioso.

Hablemos del mineralismo
Esta canción es quizás la más kraut de todas. Traje la base y la melodía de la voz y en el local creció infinitamente. Le dimos muchas vueltas a la estructura, aunque pueda no parecerlo. Para la letra, formalmente, pensé en Bob Dylan y los temas largos en los que no se calla ni bajo el agua. Habla de la conspiranoia como un modo de entretenimiento más de algunas, entre las cuales me cuento. Las voces de los niños me emocionan, la verdad. ¿Pido perdón?

Señor, llévame pronto
Fue el primer tema que acabamos. Venía de una vieja canción que tenía yo en el GarageBand y que no tiene casi nada que ver. También le dimos muchas vueltas, la verdad, es quizás la canción más compleja de tocar. La letra habla de este futuro terrorífico que nos espera si se cumplen las predicciones: de la posthumanidad, la singularidad tecnológica y todo esto. La guitarra del principio es posiblemente mi parte favorita del disco.

Bajón en el masnou
La letra de ésta estuvo antes que la música. Saliendo de un bar y por hacer la broma, nos pusimos a decir frases o sintagmas de tres palabras que empezasen por L, S y D, y salieron muchísimos. Tenían bastante gracia y eran sugerentes, así que un tiempo después seleccionamos unos cuantos, le dimos cierto sentido y le pusimos música sabiendo que queríamos hacer un tema de estos que van creciendo. Y así quedó.

El espíritu de Luis Moya
Es la más pop de todas, a mí me recuerda a Juan y Junior. Como canción pop que es, es más difícil de tocar (bien) de lo que parece. Es una canción de amor sin serlo, la letra tiene un algo de crítica a las letras de canciones de amor clásicas, escritas en muchos casos desde la posesividad y la perspectiva masculina hegemónica. No me atrevo a decir que sea una canción feminista, ¡ojalá!, pero sí anti-machirulismo.

Maldito parné
Recuerdo la euforia que sentimos la primera vez que nos salió más o menos bien en el local. Venía también de una maquetilla, y la extendimos a saco. Tanto, que de hecho la recortamos un poco cuando grabábamos. La primera parte es bastante punki, así que la letra quedó bastante rollo Evaristo de la Polla. El título explica muy bien de qué va. Hay un señor que habla al final y la batería me encanta.

«A moderno resabiado no le mires el dentado»

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  • 21/01/2020
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