Microwave – Death Is A Warm Blanket (2019)

De momento 2020 sigue sin sorprendernos, no como 2019 que todavía tiene algún as en la manga. Es el caso de Microwave, un cuarteto de Georgia que con «Death is a warm blanket» ha conseguido unir dos generaciones: la del grunge y la del posthardcore.

Siento el spoiler de buenas a primeras, pero Microwave solo necesitan de dos escasos minutos para demostrar que lo estás escuchando se sale de lo convencional. Lo que inicialmente podría sonar como un disco de indie rock al uso, rápidamente torna en una mezcla explosiva de sonidos noventeros (Nirvana, Sonic Youth) con alaridos más propios del screamo. Atrás dejan los sonidos más emofílicos a los que tenían acostumbrados a sus fans (este es su tercer disco), aunque se mantiene el halo de depresión, corazones rotos, la fragilidad del ser humano, la impotencia y la dependencia del maldito parné.

Su cantante, muy rebotado todavía con su pasado mormón como demuestra en «Part of it», muestra una gran versatilidad a la hora de cantar. Introspectivo, vengativo, sensible, cabreado… Microwave son un Dragon Khan de sentimientos pero siempre con una mirada puesta en la melodía y en el gancho de temas como «DIAWB», «Leather daddy» o «Mirrors»