Pingüino – El toque de la muerte EP (2012)

Los tríos molan. Y no, no me refiero a trío en su acepción sexual, esas cosas las dejo para mis fantasías no tan escondidas y para los potentados que puedan pagarse un par de lumis bien hermosotas para jugar a médicos. Es decir, gente con traje, corbata, mujer e hijos. Más bien me refiero a tríos como los asturianos Pingüino, el nuevo fichaje del sello Mama Vynila (ojo con esta disquera, cosa fina lo suyo) que, tras haber editado hace casi un par de años su EP …œÂ¡Volumen!…, vuelven a la carga con otro EP de cuatro canciones que, para qué esconderlo, me han robado el corazón. Pero en vez de sacar la pistola y tirotearlos al más puro estilo familia Tous, con Pingüino he sufrido un síndrome de Estocolmo de aúpa, pues si me llegan a las entretelas a base de rock ruidoso, noventero, emotivo y eufórico, me dejo robar la cartera que nunca llevo, los zapatos y hasta los gayumbos.

Desde las certeras balas en forma de canción que son …œEvitarás la luz… y …œEl toque de la muerte…, un par de cortes que, si viviéramos en un país medio decente (me conformo con poco), serían los auténticos hits del verano gracias a su equilibrada mezcla de descarnado guitarreo, delicadas melodías y energía juvenil (qué feo queda esto de …œenergía juvenil…, pero así me ha salido), hasta la ardiente melancolía de …œSalitre… y …œDebajo…, Pingüino se acaban de postular como merecidos herederos de grupos como Half Foot Outside, los Replacements, y toda la plétora de bandas que tan y tan bien supieron ligar las melodías que te llegan al tuétano, el fogoso guitarreo y la sinceridad vital. Oswald Chesterfield Cobblepot estaría orgulloso de estos mozos astures, fijo que sí.