Melvins – Tres Cabrones (2013)

Vaya si es un cabrón el amigo King Buzzo, líder absoluto de los Melvins. Esa mata de pelo rebelde y groovy, esa cara de estar constantemente estreñido y esa voz carajillera no tienen parangón en la escena roquera cavernosa yanqui. Y además, muy amigo de jugar al golf en sus ratos libres. Qué cabrón el tío, que se lo ha montado la mar de bien para sin dejar de ser el huraño tipo que ha sido siempre, ganarse el pan con su grupo de toda la vida. Hubo 5 minutos en los 90 durante los cuales los Melvins parecía que lo iban a petar, pero fue morirse Kurt Cobain, y la gente olvidarse de ellos como si casi no hubieran existido. Los que se compraron …œHoudini… rápidamente se pasaron al nu metal o al rock escandinavo (o peor aún, al brit pop), dejando a los pobres Melvins compuestos y sin novia. No pasa nada, ellos siguieron a lo suyo, y veinte años después de su efímero momento mainstream, los de King Buzzo continúan siendo esa banda que supura bilis y oscuridad por todas las notas de sus canciones. Grupos como Mastodon, Red Fang o los catalanes Rippers siempre se han declarado fans y deudores del sonido de los del noroeste yanqui, y razón no les falta, sólo hace falta escuchar un par de temas de los grupos mencionados para oler y tocar la influencia de los Melvins en su sonido.

Para …œTres cabrones…, su reciente trabajo, el trío original (el batería original Mike Dillard y Dale Crover, que pasa de la batería al bajo) sigue riéndose de las estrellas del rock alternativo, de las cacareadas reuniones de viejas glorias, y del mundo del guitarreo en general. Riffs monstruosos, abrasivos ritmos, punk de lo más ácido, sludge rock sudoroso, interludios cachondos y cerveceros (e incluso una versión de los fumetas Cheech & Chong, …œTie my pecker to a tree…), mala leche sónica, y en general un sonido que, pese a que esta gente lleva tocando desde 1983, parece de un grupo con las energías y las ganas de unos debutantes.

Posiblemente eso sea lo mejor de este …œTres cabrones…, la sensación que deja, la de un grupo que pese a su longeva carrera, todavía tiene bastantes cosas que decir. Y te las va a decir con el volumen al 11, cabronazo.