King Gizzard And The Lizard Wizard – Nonagon Infinity (2016)

Locurón de disco. No ha hecho falta adentrarse mucho en 2016 para encontrar esta joya que, con toda seguridad, acabará en el top ten (que no haremos). De nuevo, las antípodas nos vuelven a demostrar que, además de tener los animales más pintorescos del planeta, también poseen una creatividad musical que no se la acaban.

Chúpate esa Omar Rodriguez, estos aussies han sacado cuatro discos en 18 meses y además se llevarán el premio al disco raruno del año. A King Gizzard And The Lizard Wizard le gusta jugar en la forma de cada uno de sus trabajos (algunos totalmente acústicos, otros con temas que duran exactamente lo mismo) y «Nonagon Infinity» es un bonita esquizofrenia experimental que puedes escuchar sin que el gato te mire raro. Nueve temas psicokrauticos, ludicofestivos y anfetamínicos que se fusionan en una jam literalmente infinita y altamente adictiva, capaces de llevarte del interludio jazzero tropicalista de «Invisible face» al thrash ochentero de «Road train», pasando por los Deep Purple más acidosos o el pop sesentero de «Mr Beat». Un disco excesivo por los nueve costados pero, ¿a quién no le gusta dejarse llevar de vez en cuando?