Bossk – .4 (2024)

Si no conocías a Bossk, este disco puede ser un buen punto de partida.

Bossk siempre han estado ahí, llevando con honor el estandarte del postmetal británico. Tras casi 20 años de carrera, los de Kent han decidido que algunos de sus temas necesitaban un lavado de cara y una vuelta de tuerca a las ya de por si complejas composiciones de la banda.

A la hora de leer críticas no hay cosa que odie más que las que analizan tema por tema, pero en este caso probablemente sea la mejor manera. Cada corte es de su padre y de su madre, y además pertenecen a diferentes épocas de su discografía. Por ejemplo, «Kobe», el tema que abre el disco y que originalmente encontramos en «Audio Noir» (2016), ahora incorpora mucha más orquestación que su versión primigenia, dándole un aire más cálido con un final trepidante.

«Truth II» se rehizo totalmente para dar cabida a la voz de Sheenagh Murray, fan de la banda desde sus inicios, y que le ha dado un aura hipnótica a la nueva composición. En una dirección totalmente opuesta encontramos «Albert», con muchos más elementos electrónicos e inspirándose en su actuación en el ArcTanGent. Si sois fans de la última etapa de 65daysofstatic, éste es vuestro tema.

«Events Occur In Real Time» es un mastodonte de 12 minutos lleno guitarras pesadas, trompetas y la voz gutural de Sam Marsh, que dejó la banda para irse a vivir a Estados Unidos. Un tema postmetal de manual que hará las delicias de los fans de bandas como Isis o Cult of Luna.

Tras la tormenta llega «White Stork», el tema que abría el disco «Migration» de 2021 y que ahora gracias a los japoneses Endon nada en un mar de estática industrial. Reuben Gotto, el guitarra de Twin Zero, se encarga de remezclar «I» del debut de Bossk, llevándola al terreno de bandas como Godflesh.

Llegados a este punto, hay que ir a buscar los kleenex y admirar la maravilla que han hecho Maybeshewill al piano con «The Reverie». No descubro ningún secreto si digo que los de Leicester son una de mis bandas favoritas del género. Le sigue el remix del mismo tema a cargo de los canadienses Crown Lands, que ya nos conquistaron con su disco homónimo y que aquí inyectan toda la épica de su rock progresivo.

Con el listón difícil de superar cierra el álbum «181 To Beulah», un tema próximo al post rock más ambiental que nos deja con ganas de más. Pero para eso habrá que esperar probablemente al año que viene, cuando la banda nos presente nuevos temas originales.